Consiste en una preocupación excesiva acerca de situaciones sociales como asistir a cumpleaños, fiestas, invitaciones de amigos, dar una lección o leer en voz alta en clase, en las que el niño o adolescente se convierte en el centro de atención de otros. Estos niños manifiestan un intenso temor a cometer torpezas o actos avergonzantes o a ser humillados o evaluados negativamente por los demás. Algunos de estos niños pueden mostrar síntomas de timidez extrema con enrojecimiento facial, voz temblorosa, desviación de la mirada, o negativa a saludar a otros, no concurrir a cumpleaños tendencia al aislamiento en la escuela, y conductas de inhibición como el mutismo y la fobia escolar. Una forma habitual de manifestar dichos sentimientos son las rabietas y el llanto. Suele comenzar en la adolescencia temprana y persistir en la edad adulta.
«Un ser social, aislado por temor y vergüenza va a sufrir. Podemos ayudarlo a desarrollar la naturaleza humana, educar para la interacción saludable»